viernes, 29 de noviembre de 2013

Asertividad: cómo decir "no" cuando queremos decir "no"


A veces nos encontramos en situaciones en las que nos resulta difícil ó casi imposible decir lo que pensamos ó queremos sin correr el riesgo de entrar en un conflicto con los demás. 

No pretendemos ofender a nadie y a la vez queremos que se respeten nuestros deseos y necesidades. ¿Cómo hacerlo sin caer en el mal entendido, el rechazo ó la manipulación?
La asertividad es una habilidad social que nos ayuda a expresar sin hostilidad ni agresividad, las ideas, los sentimientos ó las convicciones, sin perjudicar a nadie.
Se aprende a decir "no" sin sentirse culpable, actuando desde el respeto a los demás y a nosotros mismos.
Es importante encontrarse en un estado de autoconfianza y autoestima para que nuestro discurso sea claro, directo, coherente, sincero y en el momento oportuno.

Cómo reconocer a una persona asertiva
Existe una serie de derechos asertivos básicos que nos corresponden por derecho propio y, en la medida en que los reconozcamos y los llevemos a la práctica nos indicará el grado de asertividad que tenemos.
Estos son algunos de los derechos asertivos:
- Tengo derecho a cometer errores, a no ser perfecto, a ser mi propio juez, a tener mis propias ideas y opiniones, a ser independiente y autosuficiente, tengo derecho a cambiar, a gozar y disfrutar, a decir "no" sin sentirme culpable, a tomar mis propias decisiones, a decidir el hacerme cargo ó no de los problemas de los demás, etc...

Puede que no estemos de acuerdo con algunos de ellos, tal vez por la educación que hemos recibido, las reglas sociales de buena conducta ó una ausencia de estímulo y apoyo a las iniciativas propias y a la autonomía personal.
De lo que se trata es de ocupar el espacio intermedio entre dos polos opuestos, la persona sumisa y pasiva y la persona agresiva.
El primer tipo de persona necesita la aprobación de todos, agradar, ser querido y no molestar a nadie sacrificando sus derechos y necesidades.
El segundo tipo de persona consigue hacer siempre su voluntad a base de imposiciones, hostilidad y ejerciendo un control excesivo y obsesivo sobre el entorno y los demás. No necesita respetar a nadie.
En cambio, la persona asertiva respeta a los demás y también a sí misma, se adapta a las circunstancias, busca el acuerdo y fomenta el diálogo entre las partes, no tiene miedo a tener y expresar sus ideas, creencias y opiniones aunque no sean del agrado de otros porque conoce bien sus necesidades, los sentimientos que le invaden y el objetivo que persiguen sus palabras sin dejar a un lado los derechos de los demás.

La asertividad es un comportamiento que se aprende y que nos evita muchos conflictos, reduce el nivel de estrés y nos hace sentir más libres.

Espero que con esta breve descripción seáis más conscientes de vuestros derechos y os animo a ponerlos en práctica

1 comentario:

  1. Gracias por aclararme el término. He oído mucho hablar de asertividad pero no lo tenía muy claro. Ahora sí

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