viernes, 13 de diciembre de 2013

Teoría del Flow ó el estado de fluir


Realizar una tarea sumergiéndose en ella con toda la atención y la concentración, sin perder el interés y sin necesidad de hacer un esfuerzo superior que no se tiene sino todo lo contrario, adaptando las capacidades y habilidades a la tarea en cuestión sin que resulte demasiado fácil como para aburrirse ni muy dificultosa que nos abrume y acabemos abandonándola por la frustración.

Y además ser capaces de disfrutar mientras la hacemos y el tiempo nos parece que pasa volando.
Si todas estas circunstancias se reúnen en una experiencia, se podría decir que vivimos en Estado de Flow ó flujo.
Es la forma que tienen los niños de vivir el juego, absortos en él, como si un flujo sutil les envolviera y orquestase todos los elementos en armonía.

Esta teoría fue desarrollada por el psicólogo Mihály Csikszentmihályi quién estableció una serie de características específicas que tienen que darse en una experiencia para que exista Flow ó Flujo:

  1. Objetivos claros. Nuestra meta ú objetivo debe ser concreto, realista, accesible y asequible por nosotros dentro de nuestras posibilidades, habilidades y recursos, sin traspasar nuestros límites en exceso. "No forzar la máquina".
  2. Concentración y enfoque. Si centralizamos la atención en una sola actividad , enfocando toda la energía en ella, podremos profundizar y ser excelentes.
  3. Retroalimentación directa e inmediata. Los errores y los aciertos se suceden sobre la marcha, de forma obvia. Esto nos permite corregir y adaptarnos a las circunstancias y necesidades, lo que hace que nuestro trabajo sea más eficaz y efectivo.
  4. Equilibrio entre el nivel de habilidad y el reto. Si para el desarrollo de la actividad propuesta debemos tener unas habilidades y cualidades que suponen un gran esfuerzo ó estamos lejos de adquirirlas, entonces "la cosa" no fluye. O si la actividad acaba siendo tan fácil y sencilla que no motiva y perdemos el interés y la atención, tampoco hay Flow. La actividad no debe ser ni demasiado fácil ni demasiado complicada.
  5. La actividad debe ser gratificante en sí misma, que disfrutemos haciéndola y el esfuerzo se vea compensado por ello y no lo vivamos como tal.
La teoría del flujo podemos verla reflejada y llevada a la práctica en diferentes campos como el deporte, la educación ó los negocios.

En el mundo del deporte encontramos el concepto de "estar en la zona", es decir, el deportista establece un objetivo por etapas. Su capacidad física se desarrolla de forma gradual, superando su propia marca de forma progresiva. De esta manera, el esfuerzo que se necesita para superar cada prueba no rebasa los límites físicos del atleta en exceso. Se adquiere un conocimiento profundo de los recursos físicos propios y cómo sacarles el mayor rendimiento, además de disfrutar con cada avance y etapa superada. Es una adaptación de las capacidades a la meta.

En la educación existe lo que se conoce como "sobreaprendizaje". Cuando adquirimos una nueva habilidad, debemos practicarla hasta superar la maestría. Esto requiere un alto grado de concentración mental al igual que en el estado de Flow y que nos permite visualizar la meta "como si" ya la hubiéramos alcanzado. 
El objetivo está conseguido aún antes de llegar a él porque lo vivimos como algo integrado en la propia acción.

Y quizás donde tenemos el mejor ejemplo del estado de Flow es en las religiones orientales como el budismo ó el zen. El Aquí y Ahora son el lema de estas filosofías y el dejar fluir la vida, formando parte de ella para ser un TODO

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